martes, 4 de diciembre de 2007

HERMOSA CARTA

Miguel Ángel. La creación de Adán. Capilla Sixtina (detalle)


Mi amigo Jhonatan me envió esta pequeña carta que contiene un dato muy relevante en nuestras vidas. Veámosla:



“Perdido y sin esperanza, mendigo de amor, sediento de paz, olvidado por todos, con el alma hecha pedazos, con mis sueños entre mis dedos, sentenciado a perpetuo dolor y sufrimiento; caído y lleno de heridas iba por la vida, a donde llegaba era el repudio de todos, criticado y menospreciado, llevados por la apariencia, sin siquiera imaginar que el hombre interno estaba peor que el externo, implacables sin piedad pequeños y grandes, todos a una me dieron la espalda.

Caminaba no sé a dónde, sin una luz que guíe mis pasos, herido por los tropiezos, con el corazón partido, fracasado y sin ilusiones, cuando todo parecía terminar y el fin de mis días presuroso llegar, sentí tus manos, aquellas que sin medida ni temor tocó mis heridas y las vendó, su dulce voz quitó la angustia de mi corazón, pues no hay otra cosa más que pueda brotar de tus dulces labios, ternura, pude sentir que algo nuevo vino a mi vida; cegado no quise levantar la mirada, mas su dulce voz me sedujo y llenó de paz el alma mía, no pude resistir tanta ternura y caí rendido a los pies de aquel que sin medida su amor me ofrecía.

Lágrimas caían de mis ojos sin parar, mas él con delicadeza las secó, y sin más entre sus brazos me cobijó, aunque toda mi vida le ofendí, nunca me reprochó, juicio esperé y en cambio su amor me brindó, no puedo comprender tanto amor, amor que sobrepasa todo entendimiento y vuelve loco al mundo.

Tuve temor, pero su dulce voz una vez más desvaneció en mí todo ello; de rodillas caí y postrado a sus pies en un segundo cambió mi vida y sin merecerlo con él al cielo me llevó.

Entonces pude ver que, en aquella vergonzosa cruz, herido fue, tan cruel sufrimiento camino al gólgota soportó, en medio de la más baja humillación clavado fue en la cruz y la angustia de tan horrenda agonía antes de su muerte, y pensarlo que todo lo sufrió por mí...
Palabras no existen para describir lo que JESÚS ES y HACE en mi vida, y quizás osadamente me atrevo a decir sólo dos cosas.
GRACIAS por todo lo que has hecho, haces y harás
Te AMO simplemente por lo que eres”
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Para reflexionar.

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